El tabaco
- Jaime Molés Sánchez
- 3 nov 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 nov 2023

El tabaco mata a 8 millones de personas cada año según la Organización Mundial de la Salud. A pesar de esto, es una droga completamente legal en España y en prácticamente todo el mundo. Es la propia OMS quien describe el tabaquismo como un trastorno o una enfermedad. Esta droga no solo mata a más de la mitad de sus consumidores, si no que de las ya comentadas 8 millones de muertes, 1’3 millones de personas no son fumadoras, pero sí están expuestas al humo ajeno.
Se cree que los primeros cultivos de tabaco se remontan a los años entre 5000 y 3000 a. C. en América del Sur. Cuando los europeos llegaron a América en 1492, lo descubren y poco a poco se fue extendiendo en Europa y normalizándose, aunque principalmente como uso medicinal y narcótico. Comenzó a ser perjudicial en la revolución industrial, cuando se empezó a producir de manera masiva. A lo largo del siglo XX se comenzó a demostrar lo perjudicial que es dicha droga, pero por falta de pruebas no se terminaba de valorar. En España, en 1992, el Tribunal Supremo de España dictó que las empresas tabacaleras tan solo cometían delito si no se le comunicaba al consumidor la información de los efectos de la droga. A lo largo del siglo XXI se ha logrado reducir el consumo del tabaco con medidas como la prohibición de fumar en lugares cerrados o la también prohibición de la publicidad del tabaco.

El tabaco es adictivo debido a que contiene nicotina, que se considera de droga más adictiva conocida. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), es cinco veces más adictiva que la propia cocaína Actúa con mayor rapidez en el organismo que otras drogas que se inyectan en sangre. Al darle una calada al cigarrillo, la nicotina llega al cerebro en tan solo siete segundos. Al ocurrir esto, células nerviosas se unen en los receptores y esto hace que se libere dopamina, lo que produce la sensación placentera.
El 30% de los tumores malignos son debidos al tabaco. De forma directa como pueden ser los situados en la esófago, laringe, pulmón o boca o indirectamente como en el cáncer de hígado, páncreas, vejiga, colon, cuello de útero, riñón, mama o estómago. Al cáncer, enfermedades pulmonares y enfermedades del corazón hay que añadirle la falta de olfato, gusto e incluso la pérdida de apetito que causa el tabaco entre una lista casi infinita de otros efectos secundarios.
En España mueren anualmente más de 50.000 personas, dentro de esa cantidad, 6.200 muertes son de fumadores pasivos, de las cuales solamente 5.000 son por respirar humo de gente fumadora en su hogar. Los beneficios de dejar de fumar se pueden notar tan solo 20 minutos después, ya que se normalizan la presión arterial y el pulso. Y tan solo 48 horas después se comienzan a regenerar lo sentidos del gusto y olfato.
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